33 y después de haber cortado la lengua del impío Nicanor, ordenó
que se diera en trozos a los pájaros y que se colgara frente al santuario la
paga de su insensatez.
34 Todos entonces levantaron hacia el cielo sus bendiciones en honor
del Señor que se les había manifestado, diciendo: «Bendito el que ha
conservado puro su Lugar Santo.»
35 La cabeza de Nicanor fue colgada de la Ciudadela, como señal
manifiesta y visible para todos del auxilio del Señor.
36 Decretaron todos por público edicto no dejar pasar aquel día sin
solemnizarlo, y celebrarlo el día trece del duodécino mes, llamado Adar en
arameo, la víspera del Día de Mardoqueo.